La carne vacuna será el caviar de las proteínas animales

En los últimos 20 años la producción de carne vacuna aumento un 21%, pero el comercio internacional creció un 77% y los precios el 200%.

Con inversiones estratégicas, la cadena de la carne puede generar 200 mil puestos de trabajo y exportaciones adicionales por 10 mil millones de dólares. (Xinhua/Martín Zabala)

22/06/2020 – 13:37 Por Fernando Vilella

La ganadería al igual que la agricultura son producto de la Revolución neolítica de hace unos 12 mil años atrás, muy poco en la historia de la evolución humana, pero que acarreo cambios profundos en nuestra historia. Como omnívoros que somos requerimos vegetales y proteína animal para nuestra alimentación, con ellos y la medicina moderna la esperanza de vida paso de unos 20 años a los actuales 67.

Los vacunos se domesticaron hace 10.000 años, en Oriente Medio y la India. India hoy tiene el mayor rodeo mundial y con más de 1000 millones de habitantes logra, a partir de creencias religiosas, que este sea el animal de trabajo, fuente de combustible con sus estiércoles, y con la leche provea proteína cada día. Si se comieran su carne no tendrían nada de esto. Sin embargo, en una zona con otras creencias sacrifican, especialmente búfalos, que hacen que India sea el segundo exportador mundial de carnes bovinas, aunque de baja calidad.

El consumo global de carne vacuna desde los 60 está en torno a los 8/9 kilos. En China es muy inferior, de 4 kilos por año, pequeño en relación con los 54 kilos de un argentino. Pero al ser 1400 millones su consumo total es casi el triple que el de Argentina. Recientes trabajos citados por el IPCVA indican que este consumo se duplicará, llegando a la media mundial en solo 9 años a los 8 kilos, donde el consumo pasará de los actuales 5,6 millones de tn a 11,2 millones, más que todo el comercio mundial del año pasado de unos 9 millones de tonelada. China hoy es el mayor importador de carne vacuna, en diez años las multiplicó por 14, están en unos 2,2 millones de tn. Hoy Argentina vende el equivalente a dos churrascos chicos (200gr) por año.

Por el incremento en el consumo y la fiebre porcina africana no hubo mejor momento internacional para quienes exportan proteínas de origen animal, aunque también hay un fenómeno a considerar que es la aparición de demandas de proteínas símil sabor a partir de vegetales, con argumentos controvertidos en términos ambientales y otros filosóficos más complejos en torno al sufrimiento de los animales producidos.

Uno de los mayores expertos en ganadería argentina, Fernando Canosa en el 7mo Simposio Internacional del sur al mundo en 2030 indico que en los últimos 20 años la producción vacuna aumento un 21%, pero el comercio internacional creció un 77% y los precios el 200% muy por arriba del pollo y el cerdo, para vacunos no alcanza con galpones e importar soja y maíz. Sin embargo, Argentina, está hace décadas estancados en unos 3 millones de tn de producción con muy bajos valores de destete y kilos producidos por cabeza. Si los que están por debajo de la media nacional llegaran a esta, la producción sería de 5 millones de tn y con una media igual al 10 % superior la producción sería de 8 millones de tn. Esto marca la enorme posibilidad de crecer con inversiones estratégicas que pueden generar 200 mil puestos de trabajo y exportaciones adicionales por 10 mil millones de dólares. Argentina ocupa el sexto lugar como productor, con casi un 5% del total y con una población que representa solo el 0,6% de la población mundial.

El empresario Roberto Guercetti en el Simposio dijo que la ganadería genera valor transformando en el interior del país verdaderos puertos secos para entrelazar la agricultura y la ganadería , verdadero ejemplo de la Bioeconomía en una economía circular que genera desarrollo local. Espera un 2021 muy optimista por la reactivación china y europea. Argentina es parte de la solución en la gran demanda de alimentos pero con exigencias de trazabilidad, huellas de carbono y de agua, certificaciones de bienestar animal, de cuidado ambiental en el marco de una salud. Para acceder al mundo se requiere un pasaporte ineludible que genere confianza: la trazabilidad. Para los productores es necesario la certidumbre y seguridad jurídica que generen reglas del estilo Vaca Viva para que tranqueras adentro se transforme la producción.

Via Clarin