La inclusión de estos aditivos en las dietas son una alternativa favorable para el control de enfermedades y para las mejoras sanitarias y de producción en explotaciones intensivas.
A través de las tecnologías por inmersión, masajes o por inyección se logra una relajación de las fibras musculares, obteniendo un producto con mejores características organolépticas y más fácil de manipular.